¿Cómo tener un vientre plano después de los 40?

Estar en forma, lucir bien y tener un vientre plano después de los 40, puede convertirse en una tarea ardua. 

Esto se debe a que, a medida que se avanza en edad, el metabolismo se hace más lento, por lo que, mantener el peso ideal se hace difícil, más no imposible.

Vientre plano a partir de los 40

¡Sí es posible! Solo es necesario adquirir ciertos hábitos, y que estos se conviertan en un nuevo estilo de vida saludable. 

Así se evitará acumular kilos demás, especialmente en la zona abdominal. A continuación, se mencionan algunos de ellos:

  • Bajar la ingesta diaria de calorías:

Lo primero es, comenzar a ingerir alimentos más bajos en calorías de los que se consumen normalmente. 

Esto no quiere decir que sea necesario pasar hambre para bajar de peso, la idea es, consumir más proteínas,pues estas, por un lado, proporcionan menos aporte calórico y por otro producen saciedad.

Existen opciones abundantes en proteínas y nutrientes, tales como, pollo magro y sin piel, pescado, claras de huevo, carnes rojas sin grasas, nueces, semillas, legumbres y derivados lácteos bajos en grasa.

  • Consumir menos azúcar:

El azúcar puede elevar los niveles de insulina, de manera que el cuerpo empiece a almacenar grasa, generalmente en la parte del abdomen. 

Si en los ingredientes de los productos se lee que contiene miel, azúcar, caña orgánica o agave, entonces hay azúcar añadida en el mismo.

  • Bajar el consumo de sal:

Mucho sodio en la alimentación contribuye con la hinchazón y retención de líquidos. 

Los alimentos enlatados o las comidas preparadas, están cargados de sal, por lo que es mejor evitarlos.

  • Evitar los carbohidratos procesados:

Mantener los niveles de azúcar en sangre, así como la insulina, es fundamental para lograr una pérdida de peso. 

Así que cualquier producto con azúcares añadidos, tales como panecillos, rosquillas normales o cereal azucarado debe reducirse al máximo.

  • Ejercitarse con regularidad: 

Para eliminar la grasa acumulada en la zona abdominal, se recomienda hacer ejercicios y que estos formen parte de la rutina diaria. 

Para ver los efectos de los mismos, en los lugares del cuerpo donde hay grasa localizada, es necesario que el entrenamiento permite quemar muchas calorías.

Lo ideal es, crear rutinas donde se vaya de unos 30 segundos de un ejercicio de alta intensidad, y alternarlo con unos 4 minutos de otro que requiera menos esfuerzo. 

Por ejemplo, correr durante un intervalo de tiempo, seguido de un trote suave, o trotar y seguidamente caminar; nadar de forma enérgica y luego bajar la intensidad a un nado suave o andar en bicicleta a mayor velocidad y bajarla para recuperarse.

  • Aumentar el nivel de resistencia:

Una vez establecida la rutina con ejercicios de alta y baja intensidad, se recomienda que, dos o tres días a la semana el entrenamiento consista en aumentar la resistencia del cuerpo. 

Con esto se logra aumentar el tejido muscular y perder grasa corporal total, y por ende abdominal.

Entre los ejercicios para desarrollar mayor resistencia, se encuentran las sentadillas, lagartijas, cuclillas o saltos. 

También, se pueden utilizar bandas de resistencia, series con peso o levantamiento de pesas.

  • Dormir lo suficiente:

El descanso adecuado debe ser de 7 u 8 horas por las noches. Una persona que no ha tenido un buen sueño quema menos calorías.

Esto se debe a que al estar cansada la persona para las actividades diarias no tendrá las fuerzas para estar bien activo, y mucho menos tendrá motivación para ejercitarse.

Por otro lado, algunos pueden comer más de lo habitual, como una forma de generar energía. Y seguramente tendrá más hambre de carbohidratos y grasas que otros días.

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