Hábitos diarios que conducen a la longevidad

Existen varios hábitos diarios que conducen a la longevidad, es decir, aumentan la esperanza de vida y, además, ayudan a vivir más tiempo.

Sin sufrir enfermedades como la diabetes tipo 2, las cardiopatías y el cáncer, entre otros. Pero para que sean efectivos, se deben adoptar como estilo de vida.

Entre estos hábitos se encuentran los siguientes:

Una alimentación saludable

Una dieta óptima incluye el consumo de legumbres, verduras y frutas frescas, preferiblemente de temporada.

Asimismo, son importantes las llamadas proteínas limpias, sean estas de origen animal o vegetal, como las almendras, pescado silvestre, quínoa, huevos de campo, suero de leche o lentejas.

También las carnes de pollo, de vacuno orgánicas, quesos y yogurt. Todos estos en la proporción adecuada. Se debe evitar consumir muchos carbohidratos, alimentos precocinados, altos en sal y grasas trans.

Ejercitarse regularmente

Es necesario evitar el sedentarismo. Lo ideal es hacer un mínimo de 30 minutos  diarios de ejercicio físico, de moderado a vigoroso. Esta sana costumbre pone en marcha y acelera el metabolismo.

La actividad física óptima, consistiría de 20 a 25 minutos de ejercicios cardiovasculares, pero que no genere deficiencia de oxígeno, ni demasiada fatiga.

Lo ideal es que se pueda llegar a los 40 o 45 minutos de actividad, complementando con ejercicios de fuerza y funcionales. Si se es debutante, se puede empezar caminando a paso acelerado, 30 minutos diarios.

Si se está al aire libre, debe aplicarse protector solar de un factor mínimo de 50. Así se previenen los daños causados por la radiación UV, que son causantes del envejecimiento prematuro. Además, hidratarse bien, unos 2 litros diarios de agua. 

Descansar bien

Mientras el cuerpo humano duerme, se están dando procesos biológicos que regeneran y estabilizan todo el cuerpo, porque se reparan las células y tejidos. 

También, se desechan los radicales libres y se reorganiza el sistema nervioso. Por eso se recomienda dormir suficiente, unas 7 u 8 horas diarias.

Disminuir el nivel de estrés

Permanecer estresados por tiempo prolongado es muy perjudicial, porque constituye la base para varias enfermedades, incluyendo la demencia y el Alzheimer, que se relacionan con la edad. 

Es por eso necesario aprender a manejar el estrés. Algunos procuran tener conversaciones con amigos, hacer cosas por los demás o caminar disfrutando la naturaleza.

No fumar

El mal hábito de fumar trae consecuencias muy dañinas para el organismo. Además de que apresura el envejecimiento de la piel, debido a que reduce la circulación de la sangre, afecta de forma negativa la elasticidad y aspecto de la misma. 

Esto se hace evidente por el surgimiento de marcas de expresión, en especial en la zona alrededor de la boca. Otra consecuencia es, que las arrugas se hacen más profundas y marcadas, y se presenta mayor sequedad de la piel.

Tener un propósito en la vida

Tener objetivos generales y objetivos de lo que se quiere en la vida, proporciona razones que incentivan a la persona a esforzarse por seguir un estilo de vida con hábitos saludables. Además, esto genera una actitud más optimista, que contribuye con la longevidad.

Cultivar la espiritualidad

Tener convicciones espirituales o alguna formación religiosa, entrena a la persona para enfrentar los problemas de la vida con éxito, lo cual produce una sensación de bienestar. 

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